Si tienes un mantón de Manila, seguramente sea una de las prendas más delicadas y valiosas de tu armario. Puede que lo hayas comprado en los últimos años, pero, en la mayoría de los casos, estas prendas suelen heredarse de abuelas y madres, lo que incrementa sustancialmente su valor, tanto real como sentimental.
Quien tiene un mantón de Manila sabe el cuidado que ha de tenerse a la hora de vestirlo para evitar que le caiga algún líquido, que coja olores o que se enganche algún fleco o alguna parte de su valioso bordado a mano. Es por eso que hoy os dejamos los mejores consejos para lavar un mantón de Manila y cuidarlo para que permanezca como nuevo durante generaciones:
1. No laves tu mantón de Manila a mano. Pese a que ésta suele ser la opción predilecta a la hora de lavar prendas delicadas, los mantones de Manila suelen ser antiguos y los tintes con que se tiñeron sus telas e hilos no son sintéticos, por lo que desteñirán automáticamente al introducirlos en el agua, arruinando el mantón.
2. Cuidado con los flecos. Los mantones suelen tener largos flecos que pueden enredarse con facilidad, especialmente si se mete el mantón en agua - ya hemos desaconsejado esto -. Ten cuidado con los flecos también a la hora de guardar el mantón.
3. Nunca cortes los hilos sobrantes. Con el paso del tiempo, es probable que a tu mantón de Manila se le hayan salido algunos hilillos del bordado. Nuestro consejo es que nunca los cortes. Si quieres que desaparezcan para que siga pareciendo nuevo, coge una aguja gordita, como de lana, e introdúcelos de nuevo uno a uno en el bordado.
4. Guárdalo en papel de seda. El papel de seda es delicado, casi tanto como tu mantón. Además, es perfectamente flexible, por lo que no dañará la seda ni los bordados ni los flecos. El consejo para guardar el mantón de Manila es colocar el papel de seda en una caja o cajón, dejar caer el mantón sobre el mismo con delicadeza y cerrar el papel encima del mantón tal y como haya caído. No fuerces la postura del mantón, déjalo "a su caer". Cuando vayas a cogerlo de nuevo, tira hacia arriba con delicadeza para que no se enreden los flecos.
5. Nunca planches los flecos del mantón. Con el tiempo, los flecos pueden enredarse un poco y quizá nos dé la impresión de que plancharlos aliviará el problema. Sin embargo, los flecos suelen tener estructura cilíndrica, por lo que, al plancharlos, perderían sus características. Limítate a desenredarlos a mano con cuidado y atiende al siguiente consejo.
6. No cuelgues tu mantón en una percha. Los mantones de Manila suelen pesar bastante, especialmente sus flecos. Colgarlos en una percha parece la opción perfecta para que no se arruguen, además de mantener los flecos desenredados. Sin embargo, nunca debes hacer esto, ya que los flecos pesan demasiado y tirarían de la tela de seda del mantón, lo que podría llegar a rasgarla total o parcialmente. Cuelga el mantón sólo uno o dos días antes de utilizarlo.
8. No planches tu mantón de Manila. La tela de seda y los bordados a mano son muy delicados, por lo que no deben plancharse. En cualquier caso, si tu mantón tiene alguna arruga, nunca lo planches, ni siquiera poniendo otra tela entre la plancha y el mantón, ya que el calor de la plancha unido al vapor de agua desteñiría los tejidos y los bordados.
Si acabas de sacarlo de su papel de seda para ponértelo en un par de días, cuélgalo en una percha y cuélgalo en la barra de la ducha cuando haya vapor de agua. Ese vapor leve no desteñirá los tejidos, pero sí ayudará a que la prenda vuelva a su estado liso.
9. Llévalo a la tintorería y elige lavado en seco. Si tu mantón tiene alguna mancha importante o ha cogido olores, el mejor consejo para lavarlo es que lo hagan en la tintorería utilizando la técnica del lavado en seco. Algunas tintorerías tienen servicios especializados específicos para el lavado de mantones de Manila, elige éstas.
¿Te han servido estos consejos para lavar y conservar mantones de Manila? No dudes en consultarnos o traer tu mantón a nuestra tintorería en Sevilla si quieres que lo dejemos como recién bordado.
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